Por: Andrea Herrera Rivera
“No hay nada más lindo que el fútbol”, lo repiten jugadores, entrenadores, espectadores, lo repite mi madre un domingo a la tarde mientras volvemos de la cancha. El fútbol es pasión, goles, nos lleva al punto máximo de la emoción cuando nuestro equipo triunfa, cuando nuestro goleador anota. El fútbol nos muestra tal como somos, en la euforia no hay poses ni modismos, simplemente el corazón estalla y supera el cuerpo mismo que lo contiene.
Pero, así como se toca el cielo al gritar un gol, el fútbol también nos lleva a lo más profundo, a las derrotas que instauran un silencio mortal en el aire. La decepción, la desilusión, nos recuerda que somos mortales y que los que patean la pelota, siendo hinchas, también son de carne y hueso.
El 23 de septiembre de 2024, se jugaba en Arequipa el duelo entre FBC Melgar y Atlético Grau de Piura. El primero lleva su nombre en honor a Mariano Melgar, poeta y prócer peruano; el segundo en referencia a Miguel Grau, héroe nacional, conocido como el «Caballero de los Mares», ambos peruanos perduran en el tiempo como un ejemplo de honor y valentía.
Los clubes que lleva sus nombres hace más de 100 años empataban sin goles por la fecha 12 del torneo clausura del fútbol peruano, cuando al terminar la primera mitad del encuentro en el estadio monumental de la Universidad Nacional de San Agustín se encendieron las alarmas: el goleador y capitán local, Bernardo Cuesta, caía al gramado de juego por una fuerte lesión en la rodilla. El rostro de dolor del delantero histórico se reflejaba en el de los hinchas que se batían entre la preocupación y la confianza de que “Berni”, nuestro Berni, es imbatible.
Se detuvieron las acciones para que el cuerpo médico del equipo rojinegro haga su ingreso para atenderlo. En ese sector de la cancha hay gran banderola que dice “Bernardocuestismo”, un sesquipedálico que ilustra perfectamente la admiración de la hinchada por el goleador del equipo. El capitán se puso de pie y salió del campo por sus propios medios, sin embargo, horas después se confirmaron los peores pronósticos. A través de un comunicado, FBC Melgar anunció que Cuesta sufrió una lesión ligamentaria y meniscal en su rodilla derecha, por lo que será operado y su tiempo de recuperación lo alejará de las canchas por lo menos hasta la próxima temporada.
Mi egoísmo superlativo me hizo pensar que a falta de cinco fechas para el final del Clausura y tan cerca a la gloria, mi equipo no solo perdía a su capitán, sino también a su jugador más determinante a nivel ofensivo. Pero con la noticia en frío y sentada en la cena con mi familia compuesta por un par de ex jugadores, recién noté que mi ídolo sufría una de las peores lesiones para un deportista, ¿Cómo iba a lidiar, un hombre obsesionado con ganar, con alejarse de las canchas, el corazón en pausa de un grito de gol?
Si de pasiones se trata, Bernardo Cuesta nos demostró lo que significa el amor a la camiseta y como diría Doris Gibson: que un arequipeño nace donde le da la gana. El argentino pisó suelo arequipeño un 24 de agosto de 2012, días después vestiría por primera vez la camiseta rojinegra anotando un doblete ante Sport Boys del Callao y empezó así un extenso registro de anotaciones que convirtió su apellido en sinónimo de gol. Ese día, el volcán Misti recibió un nuevo hijo en su regazo que en cada celebración sentía el correr de la lava por sus venas. Bernardo de veintitrés años no imaginaba que se convertiría en capitán y leyenda.
EL INICIO DE LA LEYENDA
Bernardo Cuesta nació en Soldini, localidad del sudeste de Santa Fe – Argentina el 20 de diciembre de 1988. Cuando apenas tenía 8 jugó en su primer equipo, Unión de Álvarez. A los 16 años probó las divisiones inferiores de Newell’s pero no tuvo éxito, por lo que a los 18 llegó a Tiro Federal. Allí logró debutar en Primera y jugó hasta el año 2012, cuando su compatriota Julio Zamora, quien había sido su DT en la Lepra y se encontraba dirigiendo al conjunto arequipeño FBC Melgar, decidió arriesgarse por él.
‘Berni’ salió de barrio Ludueña con destino a la Ciudad Blanca para incorporarse al FBC Melgar de Arequipa, equipo fundado en 1915 que en un inicio se llamó Juventud Melgar, en honor revolucionario independentista arequipeño Mariano Melgar Valdivieso del cual se conmemoraba cien años de su fusilamiento. Para el 2012, FBC Melgar se había convertido, con justo derecho, en el club más representativo del sur del país.
Desde que se consagró campeón de la Copa Perú en 1971, se mantuvo indemne de funesta pelea por la baja. La fiel hinchada arequipeña era reconocida por ese orgullo chauvinista propio de una ciudad que se autoproclama república independiente, que canta su himno y que infla el pecho cada que escucha El Regreso. Persistía el orgullo de aquel 1981, cuando el fútbol mistiano obtuvo por primera vez el título nacional, esa gran hazaña lograda por jugadores arequipeños que luego de una difícil campaña disputaron la final del torneo ante Sporting Cristal en la ciudad de Lima y salieron al campo de juego en un estadio que vitoreaba, no el nombre del equipo rival, sino que vibraba al grito de ‘Perú, Perú’ haciendo clara diferencia a que el club rojinegro era de ‘otro país’.
Mi madre, quien me enseñó esta pasión por el fútbol, repite siempre: la Plaza de Armas de Arequipa, tuvo un lleno total solo en dos ocasiones en toda su historia, cuando recibió la visita del sumo pontífice, el Papa Juan Pablo II y cuando desde los balcones de blanco sillar miles de personas aplaudieron a los futbolistas campeones de 1981. Los arequipeños estarían próximos a repetir este suceso y abarrotar las calles adoquinadas del centro de la ciudad de la mano del argentino que acababa de aterrizar, pero aún no lo sabían.
Un tímido Bernardo Cuesta, dijo en su primera declaración a la prensa local «Vengo a sumar al grupo», nadie imaginó que se convertiría en el goleador histórico del equipo, pero con sus primeros partidos empezaron a llegar los goles. No faltaron los hinchas que le preguntaron a Julio Zamora, qué virtud le destacaba al nuevo jugador de Melgar, ‘Hace de todo y bien. Con más talla jugaría en otro lado.’
Cuesta llegó para la segunda parte del torneo profesional y debutó ante Sport Boys del Callao el 16 de septiembre de 2012 en Arequipa, en un partido que terminó en un triunfo de 5 a 1 para el equipo local y en efecto, Cuesta hizo de todo y bien. Apoyó en la marca, buena lectura de juego, dos asistencias, dos goles, uno de cabeza y el otro de taco. El arco norte del Estadio Monumental de la Unsa fue testigo del inicio de la leyenda.
El debut de ‘Berni’ no estuvo alejado de la polémica, como bien apuntó el diario Depor, Sport Boys, que acumulaba 13 partidos seguidos sin ganar, y que un mes después perdería la categoría, argumentó que Melgar tenía siete extranjeros inscritos, cuando el máximo era seis: Nicolás Amerise, Roberto Carboni, Bernardo Cuesta, Julián Di Cosmo, Federico García, Juan Pietravallo y Bryan Zamora, el hijo del entrenador y que solo había jugado en el torneo de categorías juveniles.
La tranquilidad llegó al club rojinegro al notar que Bryan Zamora estaba registrado como reservista, pero no había sacado carné de cancha. Sin ese documento, no existía registro oficial en la Primera División. Así, Melgar tenía cinco extranjeros oficialmente, y Bernardo Cuesta estaba habilitado.
El argentino anotó siete goles hasta el final de la temporada, lo que garantizó su renovación para el siguiente año, ese 2012 Melgar clasificó por primera vez a Copa Sudamericana. Bernardo jugó todo el 2013 y 2014 en el cuadro arequipeño y se consagró como goleador del equipo en ambos años con 14 y 17 goles, respectivamente.
El 2014 es un año trascendental para la historia reciente de FBC Melgar. El ex seleccionado nacional Juan Reynoso, toma las riendas del equipo rojinegro y trae consigo jugadores experimentados con quienes ya había trabajado anteriormente: los mellizos Nelinho y Minzum Quina, Edgar Villamarín, Piero Alva, Luis Hernández, Mario Soto, y Johan Vásquez; además de los extranjeros Lampros Kontogiannis de México y Omar Fernández de Colombia. El ‘León del Sur’ concretó una gran campaña y a fin de año ocupó el primer lugar de la tabla acumulada, sin embargo, por el irreverente formato del torneo, no tuvo posibilidad de disputar los play-offs o alcanzar cupo para Copa Libertadores. Esto no desmotivó al equipo, ni a la hinchada, ni a la dirigencia. El fútbol como la vida misma, da revanchas y estaban muy cerca de cobrarla.
Los buenos números de Bernardo Cuesta llamaron la atención de clubes del exterior y para el año 2015 decide ir a Bolivia para jugar por el The Strongest donde anotó 3 goles en 17 partidos. Aquí uno puede pensar en lo caprichoso que es el destino, ¿Qué hubiera pasado si Bernardo Cuesta era goleador en el altiplano? ¿Qué hubiera pasado si no regresaba? Lo cierto es que Bernardo saldría de Perú en más de una oportunidad para probar su capacidad en otros equipos, sin embargo, él habla el idioma del gol vistiendo la rojinegra y más de una vez volvería, como muchos de nosotros peregrinos fatigados con el corazón cansado de buscar felicidad. El 2015 FBC Melgar cumplía 100 años de historia y estaban decididos a celebrarlo por todo lo alto.
GLORIA A CUESTA EN LAS ALTURAS
Cuesta sería determinante para la segunda mitad del 2015. Melgar no pudo obtener el título del Apertura, pero el retorno del goleador significó un refuerzo en la delantera que propició una racha de 11 partidos sin perder. Finalizó el Clausura igualando en puntaje con Real Garcilaso en el primer puesto, forzando un partido extra para definir al ganador. Tras el empate, Melgar ganó 4-2 en tanda de penales, logrando así ganar el Torneo Clausura y la clasificación a los play-offs.
En semifinales, el cuadro Dominó debía enfrentarse nuevamente con el elenco cusqueño, al cual vencieron 1-0 en Arequipa con gol del veterano Ysrael Zúñiga y 4-0 en Cusco, con triplete de Bernardo Cuesta. Esa tarde el estadio Inca Garcilaso de la Vega fue una fiesta rojinegra donde dejaron la garganta los cientos de hinchas que celebraron las tres oportunidades que Bernardo Cuesta estuvo frente al arco y con potentes remates de pierna derecha aseguró el lugar de Melgar en una final del torneo nacional luego de 34 años y la clasificación a la fase de grupos de la Copa Libertadores del año siguiente.
El partido previo terminó en un empate a dos goles. En el duelo de vuelta, Sporting Cristal abrió el marcador a los 15 minutos con un gol de palomita de Beto Da Silva, la tarde se complicaba ya que un minuto antes el referente arequipeño Ysrael Zúñiga había fallado un penal que el portero Diego Penny bloqueó. Pasaron pocos minutos para que Omar Fernández se despunte por el ala izquierda y centre al «Cachete» Zúñiga, quien igualó el encuentro. El planteamiento de Juan Reynoso dio resultado a los 43 minutos, cuando un quite de balón permitió la escapada de Alexis Arias, que cruzó la bola a un solitario Omar Fernández para poner el 2-1 e irse al descanso.
El segundo tiempo fue intenso, un error en la defensa rojinegra permitió que a los 70 minutos el uruguayo Sergio Blanco, de penal, igualara el marcador para Cristal. Todo parecía indicar el campeón se definiría por penales. Reynoso sacó sus bolsillos fuera del pantalón, el mensaje era claro.
Llegó el minuto 90 del encuentro y luego de un potente remate que fue atajado por el arquero rival, Bernardo Cuesta anotó de cabeza el tercero, el gol del triunfo, el gol del campeonato, en el año del centenario del equipo.
Para cada ser humano, existe un lugar especial en la memoria para momentos que marcan su vida y forman parte de la esencia misma de su existencia. El recuerdo y la percepción es distinta para cada uno, puede ser disruptivo, apabullante y acogedor al mismo tiempo. Y no, no me vengan con que es solo fútbol. Aquel 16 de diciembre de 2015 ha quedado grabado en la memoria de cada hincha que tocó el hermoso cielo arequipeño con las manos y regresó la mirada a sus pies firmes sobre esta tierra bendita solo para comprobar que no era un sueño, y sintió el corazón latir fuera del pecho junto a las más de 40 mil almas que explotaban al mismo tiempo en un grito de gol. Melgar de Arequipa era el campeón y Cuesta era Melgar.
AREQUIPA, SOY FELIZ EN TU REGAZO
En 2016, Melgar obtiene el subcampeonato nacional nuevamente con la figura determinante y capitanía de Bernardo Cuesta. Tras pasos fugaces por Junior de Colombia y Huachipato de Chile, en 2018 se dio su tercera etapa en el ‘Dominó’, donde fue recibido como un ídolo: «Uno vive diferente estando acá, ya sentía que era mi segunda casa», lo describió Bernardo. Pasaron dos años en los que continuó ampliando su cuota goleadora. El 2018 el ‘León del Sur’ ganó el Torneo Clausura y llegó hasta las semifinales del campeonato, el siguiente año, 2019, fue la mejor temporada de Cuesta, ya que anotó 31 goles hasta que en 2020 decidió probar el fútbol de Tailandia.
El Buriram United hizo una oferta con la que no podía competir el club rojinegro. Meses después, en entrevista con el Diario As, Cuesta recordaría su paso por el fútbol tailandés «La verdad que fue una experiencia muy linda tanto en lo futbolístico como en lo familiar. Disfruté al máximo los pocos meses en los que pude estar antes de la llegada de la pandemia. Tailandia me sorprendió por infraestructura, estadios y jugadores».
Regresó a este continente a mediados del 2020 para jugar en Puebla de México bajo la dirección de Juan Reynoso, pero tras seis meses pegó la vuelta a Melgar para comenzar a transitar su cuarto y hasta ahora último ciclo en el club. Durante esta etapa, Melgar ocuparía un lugar importante en torneos internacionales y Cuesta se consolidaría como historia viviente del fútbol peruano.
El 2021, FBC Melgar de Arequipa, bajo la dirección técnica del mundialista argentino Néstor Lorenzo, concretó una campaña importante a nivel internacional. El 04 de mayo le ganó al equipo brasilero Atlético Paranaense por la mínima diferencia tras disputarse la tercera fecha de la Copa Sudamericana. Con este resultado se ubicaba como único líder del Grupo D con puntaje perfecto, 9 puntos de 9. Melgar se había convertido en el primer equipo peruano en ganar sus cinco primeros partidos de un torneo internacional. Universitario de Deportes obtuvo cuatro victorias consecutivas en la Copa Libertadores allá por 1970 y Alianza Lima no supera su récord de 06 triunfos en el mismo torneo desde 1978.
Este dato, completaba la felicidad rojinegra de otro récord obtenido un par de semanas atrás cuando remontaron un resultado adverso de 0-2 y se llevaron la victoria final ante Metropolitanos en Venezuela. Ningún equipo peruano en competencia internacional pudo antes revertir un resultado similar.
En medio de la Copa Sudamericana y el torneo local, existía otro récord que estaba a punto de cambiar de dueño. Hasta ese entonces el título de goleador histórico de la etapa profesional de FBC Melgar le correspondía a Genaro Neyra. El ídolo rojinegro anotó su último gol en primera división el 15 de julio de 1990, cuando Melgar ganó por un abultado resultado de 7 a 0 a su clásico rival Cienciano del Cusco.
Más de 30 años después, el 28 de abril de 2021, Bernardo Cuesta anotó el doblete de la victoria del ‘Dominó’ ante Aucas de Ecuador y alcanzó su gol 124. El argentino más arequipeño firmó nuevamente su nombre en la historia del club, pero lo más importante, confirmaba que, desde aquel gol del campeonato de 2015, se quedó en el corazón de todos los hinchas rojinegros como un arequipeño más, que come adobo y baila el carnaval.
HISTÓRICA COPA SUDAMERICANA
Marcelo Bielsa dice que una de las razones por las que el fútbol es el deporte más popular del mundo es porque los chicos pueden vencer a los poderosos. Este 2022, el equipo arequipeño demostró que podía competir en dos frentes y no solo eso, sino que con solvencia y categoría podía eliminar a los gigantes.
Melgar superó la fase preliminar de Copa Sudamericana eliminando al clásico rival, Cienciano del Cusco luego de un empate en el partido de ida y el duelo de vuelta terminó en victoria arequipeña con gol del capitán Bernardo Cuesta a los 19 minutos. Luego de esta victoria, Melgar se ubicó al Grupo B del torneo junto a Racing de Avellaneda de Argentina, River Plate de Uruguay y Cuiabá de Brasil. El formato del torneo permitía la clasificación a octavos de final únicamente al primer lugar de cada grupo. Racing era el favorito, no solo para la clasificación sino también para llevarse la Copa.
Cualquier entendido del fútbol sabía que no era un camino fácil, pero el Dominó disputó cada partido con firmeza y consiguió tres victorias en sus tres encuentros como locales. Sacó de carrera al Racing de Fernando Gago que llevaba una ostentosa racha de 16 partidos sin conocer la derrota y disputaba los primeros lugares del torneo argentino. Sin embargo, la ‘Academia’ regresó a su país con una derrota de 3 a 1 en cancha arequipeña. Luego de una victoria agónica del club rojinegro en tierras uruguayas con gol de Jean Pierre Archimbaud, y un triunfo de local ante el complicado Cuiabá de Brasil, Melgar clasificó de forma insólita a octavos de final de Copa Sudamericana.
Por si fuera poco, días después Melgar se consagró campeón del torneo Apertura de la Liga 1 peruana. Néstor Lorenzo se había encargado de consolidar la defensa más sólida del campeonato que no recibió un solo gol a los pies del volcán Misti, Bernardo Cuesta obviamente seguía anotando y asistiendo. La clasificación y el título del Apertura significaron el salto del DT argentino Néstor Lorenzo, al comando técnico de la selección colombiana.
En octavos de final, Melgar debía superar a los colombianos de Deportivo Cali, difícil pero no imposible. Bernardo Cuesta, goleador y capitán fue el encargado de anotar los dos goles rojinegros que aseguraron el avance a una siguiente etapa, nos esperaban los cuartos de final. Con ese doblete ‘Berni’ sumó 8 goles en el torneo Conmebol y se consolidó como el goleador de la Copa Sudamericana 2022. Por su parte Néstor Lorenzo se despidió de Arequipa, el ex finalista del Mundial de Italia 90’, se caracterizó siempre por ser un hombre paciente, inteligente, de palabras precisas, profesional y líder. El profe se fue a Colombia llevando en su maleta el respeto y cariño de todo Arequipa, aquí se quedó en nuestra historia y corazones.
El 24 de julio de 2022 Bernardo Cuesta alcanzó otra romántica cifra, más de 300 partidos con el dominó y anotó su gol 150 en la victoria de FBC Melgar por 1 a 0 ante Sport Huancayo.
El sueño de Melgar continuaba, y ahora bajo el mando de Pablo Lavallén debía enfrentar al millonario Inter de Porto Alegre en cuartos de final. El cuadro arequipeño se paró frente al poderoso del continente y en su propio estadio de Beira Rio con casi 50 mil almas apoyando al local, consolidó su clasificación al superar la tanda de penales con seguridad y gracias a la espectacular noche del golero Carlos Cáceda. Nunca antes un club peruano había eliminado a un equipo brasilero de un torneo internacional en su propio estadio. El FBC Melgar de Arequipa, fundado hace 107 años por unos muchachos que se juntaban a jugar pelota en parque Duhamel, se encontraba entre los cuatro mejores equipos del continente y disputaría por primera vez en su historia una semifinal por torneo internacional.
Sé que las palabras quedan cortas y que esta campaña merece una historia aparte. Melgar fue superado por los ecuatorianos de Independiente del Valle pero se fue envuelto en un cálido abrazo de aplausos arequipeños que agradecieron esta hazaña y la posibilidad de soñar en grande, algo que ningún club peruano lograba los últimos años.
Este Melgar tiene un rostro y es el de Bernardo Cuesta. Gracias a nuestro capitán nos hicimos cada día más grandes y escribimos las mejores páginas de nuestra historia. Ese jugador que reniega en cada injusticia -como buen arequipeño diría mi abuela- que grita cada gol como lo haría un hincha que le dieron a defender la camiseta en el campo de juego, que habla fuerte ante la prensa con el orgullo que le dio una tierra que no lo vio nacer, pero lo hizo su hijo predilecto.
Hoy, culminado el torneo profesional 2024, doce años después de su llegada, habiendo jugado más de 380 partidos y alcanzado los 191 goles, Bernardo Cuesta ha firmado su nombre en la historia de FBC Melgar y Arequipa. El goleador hoy atraviesa una pausa involuntaria, difícil, pero es el momento donde todos los arequipeños nos tocamos el pecho, hay un capitán que va a volver y seguiremos gritando sus goles.