El dolor y la tristeza invadieron el velatorio Corazón de Jesús, en el distrito arequipeño de José Luis Bustamante y Rivero, donde este viernes se veló el cuerpo de Vanessa Vargas Rosales, de 54 años. Madre de familia y comerciante de zapatillas, Vanessa fue una de las víctimas del trágico accidente ocurrido en Ocoña, donde un bus de la empresa interprovincial Llamosas cayó a un barranco luego de ser impactado por una camioneta blanca, dejando a sus tres hijos de 24, 18 y 12 años. En medio del lamento y las lágrimas, los jóvenes exigieron justicia por la irreparable pérdida de su progenitora.
Pablo Rodríguez Vargas, el segundo hijo de Vanessa, recordó a su madre como una mujer alegre, fuerte y siempre dispuesta a luchar por el bienestar de sus hijos. En diálogo con Iletrados Noticias, compartió cómo se enteró de la tragedia: “Estábamos rezando para que no hubiera subido al bus, esperando que no fuera ella la que estaba en el accidente”, relató entre sollozos.
Fue a través de los medios de comunicación que Pablo conoció la noticia. “Mi hermano mayor me llamó para decirme que había un accidente en Ocoña, pero cuando intenté llamarla, el teléfono no contestaba. Pensamos que quizás le habían robado el celular y que no había viajado en el bus. Pero cuando vi la lista de fallecidos en las noticias, me rompí. Estaba solo en mi cuarto. Lo único que pude hacer fue viajar a Camaná para recuperar a mi madre”, expresó entre lágrimas.
La madre viajaba con el único propósito de vender zapatillas y regresar a Arequipa. “Ella tenía que volver, pero no la volvimos a ver”, añadió con el corazón destrozado.
Por su parte, Jacinto Valerio Rodríguez Llamoca, esposo de Vanessa y padre de sus hijos, pidió a través de Iletrados Noticias una reunión con los familiares de las demás víctimas y los heridos en el accidente, con el fin de seguir exigiendo justicia. “No quiero que esto quede impune. Este hombre ha causado un daño irreparable a muchas familias. Mis hijos han perdido a su madre, y eso no se puede quedar así”, declaró con fuerza. “Quiero reunirme con las demás familias para que el caso de mi esposa no quede en el olvido”, añadió, visiblemente afectado por la tragedia.