En las oficinas de la Policía Anticorrupción, encargada de investigar casos de corrupción en Piura, delincuentes dejaron un sobre que contenía dos balas, además en el paquete incluía serias advertencias dirigidas al personal de dicha institución, exigiendo que se detenga la investigación sobre los agentes relacionados con estos actos de abuso de poder.
«Dejen de canear colegas, ya es hora que caneen a los verdaderos corruptos. Ya estamos hartos de que todos los días caneen a nuestros hermanos policías cuando los primeros que nos piden son los jefes corruptos que llegan a Piura y no canean a ellos o les tienen miedo», se lee en parte del escrito.
El incidente ha generado sorpresa y preocupación entre los funcionarios, que nunca antes habían enfrentado una intimidación tan directa. Se ha confirmado que equipos especializados de la policía han iniciado investigaciones discretas para identificar a los responsables. En respuesta, se han reforzado las medidas de seguridad en el Complejo Policial Benites Luna, donde se encuentra la sede de la Policía Anticorrupción, con el fin de evitar nuevas amenazas.
El jefe de la Región Policial, Manuel Farías Zapata, ha afirmado que esta situación no detendrá el trabajo de investigar y combatir la corrupción en las fuerzas del orden. Anunció un proceso de evaluación y cambios dentro de la institución para garantizar la integridad y la eficacia de su personal.
En este contexto, se ha decidido suspender temporalmente los operativos de tránsito en todo el departamento, priorizando operaciones de control de identidad para mantener la seguridad ciudadana. Desde el inicio del año, 18 agentes han sido dados de baja por conducta corrupta, y se seguirá aplicando una política de cero tolerancia frente a estos actos.