La corrupción en la Policía Nacional del Perú sigue siendo un problema de cada año. Durante el 2024, un total de 633 agentes han sido investigados por delitos que van desde corrupción hasta violencia familiar. De ellos, 41 fueron detenidos, incluidos oficiales y suboficiales, según informó el coronel PNP Fernando Portugal Huanqui, jefe de la Oficina Disciplinaria de la Inspectoría en Arequipa.
Entre los detenidos, 18 enfrentan acusaciones de violencia familiar, 15 por manejar en estado de ebriedad, y 8 por delitos graves de corrupción, como pertenencia a organizaciones criminales, cohecho y peculado de uso. Estas investigaciones no solo están a cargo de Inspectoría, sino también de la Fiscalía.
PROCESOS LENTOS
Inspectoría, según el coronel Portugal, tiene un plazo inicial de 10 días para investigar los casos antes de derivarlos a otra área que emite la resolución final. Sin embargo, los procesos pueden extenderse por más de dos años debido a las apelaciones de los policías involucrados.
«El año pasado identificamos a un policía involucrado en tres robos a mano armada en Miraflores y Alto Selva Alegre. Recién este año fue pasado a retiro, ya que los procedimientos dilatorios evitan que se cumplan los plazos», lamentó Portugal.
CASOS EMBLEMÁTICOS QUE INDIGNAN
Uno de los casos más graves del 2024 fue la detención del jefe de la Comisaría de Mariscal Castillo, mayor Víctor Raúl Garaúndo Ramos, acusado de pedir coimas a locales nocturnos en Cerro Colorado. Su detención, realizado en junio, destapó una red de corrupción que involucraba a casi toda la delegación policial, según investigaciones de la Fiscalía y la Diviac.
Otro escándalo reciente tiene como protagonista al excomisario de Cayma, Joaquín Vera Arce, quien fue denunciado por la madre de sus hijos tras agredirla en un centro comercial. Este oficial también fue pasado al retiro.