Las negociaciones entre la Municipalidad Distrital de Caylloma y la empresa Minera Bateas para establecer un nuevo Fondo Social continúan estancadas. A pocas semanas de finalizar el año, no se han logrado consensos ni se ha alcanzado un punto intermedio entre ambas partes.
Mediante un comunicado oficial, la municipalidad informó que respalda la decisión de la sociedad civil de rechazar la propuesta de la empresa, que planteaba un aporte directo anual de 2.6 millones de soles. En contraparte, la comuna mantiene su exigencia de 15 millones de soles por año, asegurando que este monto es necesario para cerrar brechas sociales en sectores prioritarios del distrito.
El municipio sustentó su postura en tres puntos principales:
Primero, afirmó que su equipo técnico elaboró un informe que justifica la necesidad de los 15 millones de soles para la ejecución de proyectos sociales. Segundo, ratificó su respaldo a la decisión de los vecinos de no aceptar una propuesta considerada insuficiente. Y tercero, solicitó la participación directa del gerente general de la empresa en la próxima mesa de diálogo.
Bateas y su propuesta
Durante la Mesa Técnica del 3 de diciembre, en la que participó el Ministerio de Energía y Minas como observador, Minera Bateas presentó una propuesta global de 20.4 millones de soles para un periodo de cuatro años. Esta incluye 10.4 millones de soles en aportes directos —de los cuales 2.6 millones estarían destinados al Fondo Social— y 10 millones de soles a través del mecanismo de Obras por Impuestos para el cierre de brechas sociales.
La empresa explicó que se trata de una operación de mediana minería, con una capacidad de procesamiento de aproximadamente 1,500 toneladas por día, centrada principalmente en la producción de plomo y zinc, cuyos precios internacionales se mantienen en niveles bajos. En ese contexto, señaló que no es viable comprometer 15 millones de soles anuales sin poner en riesgo la sostenibilidad de la operación.
La diferencia entre lo exigido por la municipalidad y la capacidad económica de la empresa evidencia una brecha significativa que, hasta el momento, parece difícil de cerrar.
Otro problema de fondo: la ejecución del presupuesto
En diversas zonas mineras del país, los aportes voluntarios suelen enfrentarse a un problema recurrente: la baja capacidad de algunos municipios para ejecutar el presupuesto que ya reciben. En Caylloma, esta situación también se presenta, pues mientras se solicita un mayor aporte a la empresa minera, cada año quedan recursos sin ejecutar que finalmente retornan al tesoro público.
Un año que termina sin acuerdos
Aunque ambas partes han participado en las mesas técnicas convocadas por el Ministerio de Energía y Minas, la distancia entre sus posiciones sigue siendo evidente. La exigencia municipal de 15 millones de soles anuales se encuentra muy por encima de la capacidad de una unidad minera de mediana escala como Bateas.
Con este escenario, el año concluye sin señales claras de acuerdo y con una preocupación creciente: mientras el diálogo no avance, los proyectos destinados a mejorar la calidad de vida de la población continúan en espera.