El próximo 22 de noviembre, en el segundo piso del comedor del local de Sociales de la Universidad Nacional de San Agustín (UNSA), se llevará a cabo la segunda campaña de donación de sangre de este año, con la meta de alcanzar 100 unidades recolectadas.
Esta iniciativa es crucial, ya que la sangre es un recurso vital para salvar la vida de pacientes en emergencias y procedimientos médicos.
Marisol Ballón, jefa del Banco de Sangre del Hospital Honorio Delgado, subrayó la urgencia de esta campaña. Reciben pacientes no solo de diferentes puntos de la región, sino de todo el sur del país. La sangre es esencial para atender emergencias y tratamientos. Este insumo es fundamental en casos como complicaciones en el embarazo y parto, niños con anemia severa debido a la desnutrición, víctimas de accidentes, pacientes quirúrgicos y personas con cáncer.
Aunque el esfuerzo para promover la donación es significativo, los resultados aún están por debajo de las necesidades. En 2021, solo el 6% de las donaciones fueron voluntarias. Esta cifra aumentó al 12.8% en 2022 y al 15.69% en 2023, avances que, aunque alentadores, todavía no cubren la demanda.
«Estas cifras son el resultado de un gran despliegue de equipos, personal y recursos que muchas veces exceden horarios regulares, con trabajo nocturno para procesar la sangre», explicó Ballón.
Sin embargo, el personal de los bancos de sangre, especialmente en el sector público, enfrenta desafíos como la falta de implementación adecuada, lo que dificulta alcanzar metas más ambiciosas.
La campaña en la UNSA busca sensibilizar a la población universitaria sobre la importancia de la donación voluntaria y su impacto en salvar vidas. Las autoridades y el personal médico esperan que este esfuerzo motive a más personas a unirse como donantes regulares y contribuir a fortalecer el sistema de salud regional.