A nueve años de su fallecimiento, Miguel Ángel Delgado Luján recibió un reconocimiento póstumo por su destacada trayectoria como escritor y su invaluable contribución al desarrollo literario y cultural de Arequipa. La ceremonia destacó su talento como autor de literatura infantil y juvenil, así como su impacto en el ámbito literario regional y nacional.
Delgado Luján inició su carrera con un ensayo sobre la telenovela Los ricos también lloran, un punto de partida que marcó el inicio de una prolífica obra que abarcó teatro, cuentos y novelas. Su primera publicación, Tres cuentos de Navidad y uno de campanas, fue el inicio de una serie de obras que consolidaron su nombre en el mundo de las letras. Su obra más emblemática fue La guerra o la paz, publicada en 1990, en medio de un contexto marcado por la violencia y la incertidumbre que azotaba al país.
“Él antes de morir estuvo en Lima y en Lima comenzó a promocionar su obra. Y él me dijo, ‘el próximo año nos vamos a vivir en Lima porque Lima es mía’, pero ese año fallece.” dijo la esposa de Miguel Angel, Amparo Larrea.
Su último libro, ¡Hey, Lingo!, fue publicado póstumamente por su esposa, Amparo Larrea, quien se encargó de compartir el mensaje final de Delgado Luján con el mundo. Su sobrino, Enrique Manrique, fue, en cierto modo, su primer crítico, pues leía los primeros manuscritos de Miguel Angel para hacer juntos correcciones.
“Sus inicios como escritor fueron un poco complicados. Él siempre decía que su cerebro iba muy rápido, pero sus manos no. Porque él al principio escribía en máquina de escribir. Y como tenía ciertos problemas psicomotrices, le costaba escribir tan rápido como pensaba. Y además era muy, muy perfeccionista. Entonces, hacía sus escritos y luego buscaba mejorar y corregir siempre.” Agregó el sobrino del escritor.
La ceremonia de reconocimiento no solo destacó su legado literario, sino también la influencia que ejerció en su comunidad y en las nuevas generaciones de escritores, quienes encuentran en su vida y obra un ejemplo de creatividad, resiliencia y amor por la literatura.