Eduardo es un niño de 12 años con grandes aspiraciones. Cuando culmine la secundaria en la I.E.P. Orleans Goleman, quiere convertirse en un gran médico para ayudar a la gente, pero ese deseo está en riesgo de no cumplirse.
A inicios de agosto, Eduardo comenzó con fuertes dolores de cabeza por lo que fue traslado por sus padres de familia al hospital Carlos Alberto Seguin Escobedo de EsSalud, allí fue sometido a diversos estudios, diagnosticándole los médicos leucemia. Desde entonces quedó postrado en una camilla del nosocomio frío.
«Nosotros lo veíamos bien, jugaba, reía, estudiaba, no tenía síntomas, solo como una gripe y dolores de cabeza que no paraban, pero ahora se encuentra postrado en una cama conectado y con quimioterapias que próximamente iniciarán», dijo entre lágrimas su hermana mayor, Zeila Salazar.
Zeila contó para ILetrados Noticias que no cuentan con recursos económicos. Su madre es conocida por tener su puesto de comidas arequipeñas en el comedor 1, puesto 4 del mercado San Camilo y su padre como obrero, dejaron de trabajar para acompañar a Eduardo en estas difíciles semanas. Además, Zeila, optó por dejar de ayudar a su madre en el negocio de las comidas para buscar un trabajo con más ingreso para apoyar en los gastos económicos de los medicamentos.
Los médicos indicaron que en las próximas semanas iniciará con sus tratamientos de quimioterapias, además de necesitar medicamentos, es por eso que, las comerciantes del mercado San Camilo junto con la familia Salazar Chaucallaqui organizarán este sábado una actividad de recaudación. Además, pueden apoyar económicamente a través de Yape al número: 993 240 366 a nombre de Zeila Salazar Chaucallaqui.
DENUNCIAN INTENTO DE ESTAFA
Zeila, hermana de Eduardo, expresó su preocupación ante las constantes llamadas que recibe de falsos médicos que intentan aprovecharse de la situación de su hermano de 12 años, además, indicó que una supuesta ONG, publicó en redes sociales sin consentimiento de los padres, fotografías del menor con donaciones que nunca llegaron a manos de la familia.
«Una ONG tomó fotos y público, puso el número de la supuesta directora pero no llegó ni un centavo a nosotros, además un médico llama y conoce todo el perfil de mi hermano, los nombres de mis padres y nosotros no hemos brindado esos datos, pido a los padres a tener cuidado, los estafadores se aprovechan del dolor ajeno», dijo entre lágrimas Zeila.