A más de 4,000 metros sobre el nivel del mar, en el centro poblado de Imata, en la provincia arequipeña de Caylloma, la realidad es cruda y ajena a las autoridades. Aquí, la vida se paraliza cuando el frío extremo azota la zona.
Los riachuelos, fuente hídrica para los animales, se congelan en su superficie, al igual que las pequeñas lagunas y cuerpos de agua que se acumulan en baldes y tinas. Esta es la dura realidad que enfrentan decenas de familias en esta apartada localidad de la región Arequipa.
Una parte importante de región se encuentra a varios grados bajo cero, dificultando que las personas puedan trasladarse con facilidad o desempeñar sus actividades con normalidad. Según el Senamhi, las provincias de La Unión, Arequipa, Castilla, Caylloma y Condesuyos son las más afectadas por este gélido fenómeno.
Se espera la caída de granizo en zonas ubicadas por encima de los 3,800 metros sobre el nivel del mar, así como nevadas con acumulaciones de hasta 5 centímetros en las localidades a esa misma altitud. En Imata, la gente vive principalmente de la ganadería, pero el fuerte frío ha provocado la muerte de algunas de sus crías. Esta es la dura realidad.