La Plaza de Armas de Arequipa se convirtió, por tercera vez consecutiva, en el punto de encuentro de la marcha nacional contra la extorsión y la exigencia de mejores medidas de seguridad por parte del gobierno central.
En esta última jornada de protestas, el Sindicato de Trabajadores de Construcción Civil lideró la movilización, paralizando más de 60 proyectos de construcción en la región. Alrededor de 10 mil obreros dejaron sus herramientas desde el inicio de las marchas.
El gremio de construcción civil comenzó su recorrido en el óvalo de los Bomberos, avanzando por la avenida Avelino Cáceres, bajo la vigilancia de efectivos policiales que resguardaban el trayecto. Durante el recorrido, los manifestantes increparon a trabajadores del sector transporte, calificándolos de «amarillos» y «traidores» por participar únicamente en la primera jornada de protesta, el 13 de noviembre.
En su paso por la avenida Parra, conocida por su comercio de productos agropecuarios, los negocios cerraron sus puertas y comerciantes se refugiaron en sus locales, temiendo posibles disturbios. Sin embargo, la marcha continuó sin mayores incidentes hasta su llegada a la Plaza de Armas, donde se unieron otros gremios como el Frente de Defensa y Desarrollo del Cono Norte y la Coordinadora Política Social.
Por su parte, José Villafuerte, integrante del equipo técnico de la Coordinadora Política Social, declaró que su organización se movilizó también por motivos específicos. Entre ellos, el rechazo al proyecto minero Tía María y la oposición al gobernador regional, Rohel Sánchez, por delegar la gestión del proyecto Majes Siguas II al Gobierno central.
La marcha, que contó con la participación masiva de diversos sectores, cierra una serie de protestas que buscaban visibilizar el malestar general y preocupación por la ola de extorsiones que puede llegar con fuerza a AreqArequipa: Manifestantes culminan paro contra la extorsión con concentración en la plaza de armas
La Plaza de Armas de Arequipa se convirtió, por tercera vez consecutiva, en el punto de encuentro de la marcha nacional contra la extorsión y la exigencia de mejores medidas de seguridad por parte del gobierno central. En esta última jornada de protestas, el Sindicato de Trabajadores de Construcción Civil lideró la movilización, paralizando más de 60 proyectos de construcción en la región. Alrededor de 10 mil obreros dejaron sus herramientas desde el inicio de las marchas.
El gremio de construcción civil comenzó su recorrido en el óvalo de los Bomberos, avanzando por la avenida Avelino Cáceres, bajo la vigilancia de efectivos policiales que resguardaban el trayecto. Durante el recorrido, los manifestantes increparon a trabajadores del sector transporte, calificándolos de «amarillos» y «traidores» por participar únicamente en la primera jornada de protesta, el 13 de noviembre.
En su paso por la avenida Parra, conocida por su comercio de productos agropecuarios, los negocios cerraron sus puertas y comerciantes se refugiaron en sus locales, temiendo posibles disturbios. Sin embargo, la marcha continuó sin mayores incidentes hasta su llegada a la Plaza de Armas, donde se unieron otros gremios como el Frente de Defensa y Desarrollo del Cono Norte y la Coordinadora Política Social.
Por su parte, José Villafuerte, integrante del equipo técnico de la Coordinadora Política Social, declaró que su organización se movilizó también por motivos específicos. Entre ellos, el rechazo al proyecto minero Tía María y la oposición al gobernador regional, Rohel Sánchez, por delegar la gestión del proyecto Majes Siguas II al Gobierno central.
La marcha, que contó con la participación masiva de diversos sectores, cierra una serie de protestas que buscaban visibilizar el malestar general y preocupación por la ola de extorsiones que puede llegar con fuerza a Arequipa.uipa.